Los peregrinos se rigen por un código de comportamiento basado en el respeto y el cuidado de los lugares donde se encuentren a lo largo del camino. No se recomienda cargarse de elementos de recuerdo durante el trayecto. Para el acopio de dichos recuerdos se dejará tiempo durante las estancias tanto en la ciudad de Santiago de Compostela, como por el paso por los distintos pueblos y lugares que se encuentran en el trayecto elegido: Tramo del Camino de Santiago hasta Muxía – Fisterra.
Dicho comportamiento respetuoso se extiende también a la estancia en ciudades y lugares de tránsito y estancia, evitándose hacer un ruido excesivo o hacer notar la presencia de un modo poco adecuado.
Es necesario evitar ensuciar los trayectos, el autobús o los lugares de avituallamiento y pernocta, en particular, los albergues, dado que son utilizados diariamente por otros peregrinos.
Es posible que, a lo largo del Camino, encontrándose con otros peregrinos, estos hagan el saludo de buenos deseos habitual entre los caminantes: “Buen Camino”.
En los lugares de costa, es necesario evitar alejarse del grupo, así como comportamientos que pongan en riesgo la integridad física propia o de las personas que se encuentran alrededor.