Gardner reconoció que su propio modelo de la inteligencia plural es producto de las ciencias cognitivas
en las que él mismo se formó. Este modelo sigue enfatizando los aspectos “intelectuales” o cognitivos de
la mente, a pesar de que en entrevistas posteriores Gardner reconoció que su teoría de la inteligencia en realidad es un modelo de cómo hacer inteligibles las emociones que atraviesan la relación de una persona consigo misma y con las demás. En otras palabras, prácticamente cualquier proceso mental, incluso aquellos que parecen más abstractos y analíticos, involucran la capacidad de reconocer y regular las propias emociones.
A pesar de sus limitaciones, a partir de la publicación del estudio de las inteligencias plurales los científicos consideraron nuevos tipos de inteligencias, como la colectiva y la emocional. La palabra emoción proviene del latín emotio, que significa mover o trasladar. De ese modo, la emoción se entiende como un movimiento o modificación en los sentimientos de una persona. Las emociones son sus pensamientos, sentimientos, estados biológicos y psicológicos, así como las tendencias a la acción que caracterizan su comportamiento.
“En realidad, existen más sutilezas en la emoción que palabras para describirlas”. ”
En campos como la psicología o la antropología, la emoción se clasifica mediante familias o dimensiones que agrupan sensaciones similares. Así, por ejemplo, la dimensión del amor engloba la aceptación, la confianza, la adoración y el enamoramiento, mientras la dimensión de la vergüenza incluye la culpa, el remordimiento y la aflicción. Las familias y espectros de la emoción son prácticamente innumerables, y su experiencia subjetiva es única para cada persona.